Hay algo que está claro: ningún espectador quedó conforme con la tarea que realizó Argentina, a pesar del resultado positivo. Si se analiza la cosecha, estos tres puntos sirven para encausar el sueño, hasta hace poco dudoso, de viajar a Sudáfrica a mediados del año que viene. Con cinco puntos de ventaja con respecto a la posición de Uruguay (equipo que estaría jugando el repechaje), se puede decir que se dio un paso importante.
Observando el rendimiento del conjunto en general, empiezan a surgir los baches y las incógnitas. Diego Maradona se equivocó en algunos aspectos tácticos y Eduardo Lara, director técnico de la selección colombiana, acertó en la planificación. Incluso sus jugadores, si hubiesen acertado frente a Mariano Andújar, podrían haberle dado a su país tres puntos fundamentales para un objetivo que hoy parece lejano. La inclusión de Fernando Gago como volante por la derecha resultó llamativa y, con las evidencias del juego, decididamente errónea. El ex volante de Boca estuvo perdido en una posición que desconoce y no logró quitar y jugar simple, lo que mejor sabe hacer. La línea de tres defensores tampoco brindó seguridad y los espacios que regaló por las bandas hicieron que Colombia busque los extremos para atacar. Se sabe: para marcar con tres atrás hay que tener jugadores rápidos y contar con un sistema con muchas horas de trabajo. Hoy, Argentina hace agua en ambos rubros. Diego, si bien “expuso” al del Real Madrid con el cambio en el entretiempo, tuvo la muñeca para corregir un sistema que no pudo plasmar con la solvencia que imaginó en su mente.
Juan Sebastián Verón, anunciado en la previa como volante adelantado, se acomodó al lado de Javier Mascherano y desde el medio, como lo hace en Estudiantes, trató de conducir los destinos del equipo. La Bruja alternó buenas y malas, pero poco pudo hacer cuando los delanteros se quedaron estáticos. Le faltó un socio, sobre todo por las bandas, ya que Gago y Jonás Gutiérrez quedaron siempre a mitad de camino. Esto último provocado por la ida y vuelta que propuso el rival con el despliegue de Camilo Zúñiga y de Vladimir Marín.
En ofensiva estuvo, si se quiere, el déficit mayor. Sergio Agüero insinúa pero no termina de transformarse en el delantero que hace la diferencia en el Atlético Madrid y que, algunos años atrás, dio que hablar en los seleccionados juveniles. Carlos Tevez no se acomoda y Lionel Messi, figura excluyente en Barcelona, está a años luz de ser el “nuevo Maradona”. Pasan los partidos y el rosarino no explota, tal vez porque el acompañamiento que tiene en su club no sea el mismo. Argentina necesita de estos futbolistas pero por el momento apenas fueron chispazos que no encendieron la llama. Es un pecado desperdiciar tanta calidad. Luego viene el gran debate. ¿Por qué no hay un 9 de área? ¿Da frutos apostar por puntas de poco porte y estatura? Por momentos, jugar con un centrodelantero (Diego Milito, cuando ingresó, no contó con ninguna situación clara de gol) resulta indispensable para darle el vuelo que, desde la salida de Hernán Crespo, nunca se pudo recobrar. ¿Gonzalo Higuaín? Un nombre tentador que podría estar para cargarse la mochila de goleador.
Las condiciones del césped del Monumental, juzgando con la vista televisiva, no parecieron tan malas como se las presentaron en la semana. El “pisadero”, el “pavimento” o que estuvo “peor que los potreros de Fiorito”, según lo definió nuestro DT, suenan a excusa poco convincente. Colombia, cuando dispuso del balón, impulsó sus llegadas pregonando el fútbol al ras del suelo. Y, salvo algún hecho sobrenatural, argentinos y colombianos disputaron el encuentro en el mismo terreno. La cancha, si estuvo mala, estuvo mala para ambos.
El miércoles se viene un partido importante con Ecuador en la altura, si bien no son los 3600 metros de La Paz. Importante porque se va a ver si Diego y los suyos aprendieron del knock out en Bolivia. ¿La clave? No volver a cometer los mismos errores que en el 1-6. Si se vuelve con un buen resultado, los pasajes para el 2010 estarán más cerca del bolsillo nacional. Lo cierto es que Argentina está en deuda y en la cabeza de Maradona y en los pies de sus muchachos se deben encontrar las sintonías que lleven al clímax.
Los caminos hacia el extremo meridional de África siguen abiertos… Hay que afinar la orquesta para llegar, si todo circula por los carriles normales, con una base sólida, fuerte y confiable. El Rolls-Royce aún sigue con tierra.
Observando el rendimiento del conjunto en general, empiezan a surgir los baches y las incógnitas. Diego Maradona se equivocó en algunos aspectos tácticos y Eduardo Lara, director técnico de la selección colombiana, acertó en la planificación. Incluso sus jugadores, si hubiesen acertado frente a Mariano Andújar, podrían haberle dado a su país tres puntos fundamentales para un objetivo que hoy parece lejano. La inclusión de Fernando Gago como volante por la derecha resultó llamativa y, con las evidencias del juego, decididamente errónea. El ex volante de Boca estuvo perdido en una posición que desconoce y no logró quitar y jugar simple, lo que mejor sabe hacer. La línea de tres defensores tampoco brindó seguridad y los espacios que regaló por las bandas hicieron que Colombia busque los extremos para atacar. Se sabe: para marcar con tres atrás hay que tener jugadores rápidos y contar con un sistema con muchas horas de trabajo. Hoy, Argentina hace agua en ambos rubros. Diego, si bien “expuso” al del Real Madrid con el cambio en el entretiempo, tuvo la muñeca para corregir un sistema que no pudo plasmar con la solvencia que imaginó en su mente.
Juan Sebastián Verón, anunciado en la previa como volante adelantado, se acomodó al lado de Javier Mascherano y desde el medio, como lo hace en Estudiantes, trató de conducir los destinos del equipo. La Bruja alternó buenas y malas, pero poco pudo hacer cuando los delanteros se quedaron estáticos. Le faltó un socio, sobre todo por las bandas, ya que Gago y Jonás Gutiérrez quedaron siempre a mitad de camino. Esto último provocado por la ida y vuelta que propuso el rival con el despliegue de Camilo Zúñiga y de Vladimir Marín.
En ofensiva estuvo, si se quiere, el déficit mayor. Sergio Agüero insinúa pero no termina de transformarse en el delantero que hace la diferencia en el Atlético Madrid y que, algunos años atrás, dio que hablar en los seleccionados juveniles. Carlos Tevez no se acomoda y Lionel Messi, figura excluyente en Barcelona, está a años luz de ser el “nuevo Maradona”. Pasan los partidos y el rosarino no explota, tal vez porque el acompañamiento que tiene en su club no sea el mismo. Argentina necesita de estos futbolistas pero por el momento apenas fueron chispazos que no encendieron la llama. Es un pecado desperdiciar tanta calidad. Luego viene el gran debate. ¿Por qué no hay un 9 de área? ¿Da frutos apostar por puntas de poco porte y estatura? Por momentos, jugar con un centrodelantero (Diego Milito, cuando ingresó, no contó con ninguna situación clara de gol) resulta indispensable para darle el vuelo que, desde la salida de Hernán Crespo, nunca se pudo recobrar. ¿Gonzalo Higuaín? Un nombre tentador que podría estar para cargarse la mochila de goleador.
Las condiciones del césped del Monumental, juzgando con la vista televisiva, no parecieron tan malas como se las presentaron en la semana. El “pisadero”, el “pavimento” o que estuvo “peor que los potreros de Fiorito”, según lo definió nuestro DT, suenan a excusa poco convincente. Colombia, cuando dispuso del balón, impulsó sus llegadas pregonando el fútbol al ras del suelo. Y, salvo algún hecho sobrenatural, argentinos y colombianos disputaron el encuentro en el mismo terreno. La cancha, si estuvo mala, estuvo mala para ambos.
El miércoles se viene un partido importante con Ecuador en la altura, si bien no son los 3600 metros de La Paz. Importante porque se va a ver si Diego y los suyos aprendieron del knock out en Bolivia. ¿La clave? No volver a cometer los mismos errores que en el 1-6. Si se vuelve con un buen resultado, los pasajes para el 2010 estarán más cerca del bolsillo nacional. Lo cierto es que Argentina está en deuda y en la cabeza de Maradona y en los pies de sus muchachos se deben encontrar las sintonías que lleven al clímax.
Los caminos hacia el extremo meridional de África siguen abiertos… Hay que afinar la orquesta para llegar, si todo circula por los carriles normales, con una base sólida, fuerte y confiable. El Rolls-Royce aún sigue con tierra.
Lo cierto es que Argentina está en deuda y en la cabeza de Maradona y en los pies de sus muchachos se deben encontrar las sintonías que lleven al clímax.
ResponderEliminarEXELENTE NOTA CAMILO !! Nada para agregar , en esa mínima frase lo dice todo.
Abrazo:
Sony