Su capacidad dentro del campo de juego le permitió convertirse en uno de los mejores defensores de la historia del fútbol argentino, incluso jugando en dos clubes grandes del país. Su capacidad intelectual le abrió las puertas para ingresar en los medios de comunicación, a tal punto que hace radio, televisión y hasta escribe en el diario deportivo por excelencia. Roberto Perfumo, quien dice no ser periodista, repasó su carrera, tocó temas de actualidad y dejó frases picantes.
Para ir calentando motores, hizo referencia a una preocupación nacional y marcó prioridades diciendo que “la noticia es que hace una semana no hay clases, no que Maradona se peleó con Riquelme”.
Una vez inmerso en el tema futbolístico, recordó, hasta 1974, con qué mentalidad tomaban los jugadores el llamado a la Selección: “No era prioridad. Faltaba orden, trabajo y planificación. Antes de la llegada de Menotti, te desprestigiaba”. A la hora de rememorar momentos, resulta inevitable mencionar el 0-4 sufrido contra Holanda en el Mundial de Alemania: “Por única vez jugando al fútbol sentí miedo y vergüenza. La Naranja Mecánica revolucionó este deporte”.
Sin pelos en la lengua y con autoridad, dijo que “Maradona es un gran técnico”, pero con respecto a los futbolistas fue tajante: “Los jugadores de la Selección son todos fenómenos pero pierden siempre”. De paso, dejó una breve opinión sobre Lionel Messi: “No es completo”.
En 1981, dos años después de retirarse, el ex Secretario de Deportes empezó su carrera como director técnico dirigiendo a Sarmiento de Junín. Tras haber sido campeón de la Copa Centenario con Gimnasia de La Plata decidió abandonar la profesión para nunca más volver. Hoy, dice que “ningún entrenador puede hacer valer su trabajo” y agregó: “No dirijo mas por que no me gusta la vida que lleva el técnico”.
En su análisis, volvió a mostrarse molesto por la escasa dedicación del jugador moderno: “El futbolista no se puede ir tan rápido del entrenamiento. Hay que trabajar más en lo conceptual, y eso se entrena después de las prácticas”. En cuanto a la profesionalización extrema del fútbol, fue ambiguo y sentenció: “El amor por la camiseta no se perdió, pero la plata complicó las cosas”.
Siguiendo con la línea critica, siendo un referente de la institución, se hizo espacio para hablar de Racing Club. Sin anestesia, comenzó a tirar golpes: “Se llegó a esto por hacer las cosas mal durante 15 años. En Racing los dirigentes se fundían por el club, ahora es al revés”. Esquivando pausas, continuó agregando que “a veces el equipo te da ganas de llorar”. Para aquietar las aguas, sugirió: “El problema es de gestión. Hay que trabajar mucho en lo institucional, aunque se tenga que ir a jugar a la Primera C”.
El contenido fue variado, pero llegando al final, el palo cayó sobre los encargados de impartir justicia dentro de la cancha. Con dos simples oraciones puso otro gancho al higado: “Dan pena los árbitros. La televisión les comió la poca dignidad que tenían”.
Este artículo fue escrito despues de una charla que Roberto brindó en Deportea.
Para ir calentando motores, hizo referencia a una preocupación nacional y marcó prioridades diciendo que “la noticia es que hace una semana no hay clases, no que Maradona se peleó con Riquelme”.
Una vez inmerso en el tema futbolístico, recordó, hasta 1974, con qué mentalidad tomaban los jugadores el llamado a la Selección: “No era prioridad. Faltaba orden, trabajo y planificación. Antes de la llegada de Menotti, te desprestigiaba”. A la hora de rememorar momentos, resulta inevitable mencionar el 0-4 sufrido contra Holanda en el Mundial de Alemania: “Por única vez jugando al fútbol sentí miedo y vergüenza. La Naranja Mecánica revolucionó este deporte”.
Sin pelos en la lengua y con autoridad, dijo que “Maradona es un gran técnico”, pero con respecto a los futbolistas fue tajante: “Los jugadores de la Selección son todos fenómenos pero pierden siempre”. De paso, dejó una breve opinión sobre Lionel Messi: “No es completo”.
En 1981, dos años después de retirarse, el ex Secretario de Deportes empezó su carrera como director técnico dirigiendo a Sarmiento de Junín. Tras haber sido campeón de la Copa Centenario con Gimnasia de La Plata decidió abandonar la profesión para nunca más volver. Hoy, dice que “ningún entrenador puede hacer valer su trabajo” y agregó: “No dirijo mas por que no me gusta la vida que lleva el técnico”.
En su análisis, volvió a mostrarse molesto por la escasa dedicación del jugador moderno: “El futbolista no se puede ir tan rápido del entrenamiento. Hay que trabajar más en lo conceptual, y eso se entrena después de las prácticas”. En cuanto a la profesionalización extrema del fútbol, fue ambiguo y sentenció: “El amor por la camiseta no se perdió, pero la plata complicó las cosas”.
Siguiendo con la línea critica, siendo un referente de la institución, se hizo espacio para hablar de Racing Club. Sin anestesia, comenzó a tirar golpes: “Se llegó a esto por hacer las cosas mal durante 15 años. En Racing los dirigentes se fundían por el club, ahora es al revés”. Esquivando pausas, continuó agregando que “a veces el equipo te da ganas de llorar”. Para aquietar las aguas, sugirió: “El problema es de gestión. Hay que trabajar mucho en lo institucional, aunque se tenga que ir a jugar a la Primera C”.
El contenido fue variado, pero llegando al final, el palo cayó sobre los encargados de impartir justicia dentro de la cancha. Con dos simples oraciones puso otro gancho al higado: “Dan pena los árbitros. La televisión les comió la poca dignidad que tenían”.
Este artículo fue escrito despues de una charla que Roberto brindó en Deportea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario