domingo, 4 de julio de 2010

La génesis del Mundial de Maradona

De traje impoluto y sonrisa a flor de piel, Diego Armando Maradona cargó el desvelo de todo un país. Las valijas iban repletas. El bolso de la ilusión pasó por la aduana del Aeropuerto Internacional de Johannesburgo pero se estrelló en cuartos de final. El golpe fue duro. Durísimo. “Una trompada de Muhammad Alí”, graficó Diego en la conferencia de prensa. El rostro del entrenador de la Selección hablaba sin la necesidad de que su boca articulara palabras. Sentimientos lógicos después de una eliminación inesperada. La humanidad de Maradona sólo encontró consuelo en los brazos de Dalma: del resto se irá dando cuenta con el correr de las horas, cuando las revoluciones bajen a la Tierra y se pueda hacer un análisis frío. ¿Qué es el resto? Aunque la mirada de Diego hoy no se halle, hay motivos para parar la pelota y levantar la cabeza. Por estas horas la desazón es el factor común, ningún argentino está exento, pero el dolor no debe tapar lo bueno que se hizo en Sudáfrica.

El debut de Maradona como director técnico de la Selección Argentina se produjo el 19 de noviembre de 2008. Apenas un año y medio de trabajo hasta la Copa del Mundo. Poco tiempo y mucha agua que ha corrido bajo el puente. Cortocircuitos con Carlos Salvador Bilardo (aún no queda claro qué función cumple el Doctor), enfrentamientos con un sector de la prensa que montó una campaña perversa a raíz de un conflicto en el que Maradona participó como actor de reparto, convocatorias masivas, desprolijidades y un rendimiento pobre. El clima, hasta ese momento turbio en todos sus extremos, se purificó (se tuvo que purificar) de cara al Mundial. Diego eligió 23 hombres, con quienes trazó el mismo objetivo, y llegó con colaboradores de su riñón. De la lista, más allá de pequeñeces, no hubo mucho para reprochar: estuvieron los indiscutidos y también los que brillaban en la actualidad (Ángel Di María, Diego Milito, Walter Samuel).

Que la fase de grupos haya sido “accesible” no le quita mérito a la Selección, que superó con comodidad a Nigeria, Corea del Sur y Grecia. Sin embargo, cuando hubo que ratificar lo que se hizo en las primeras tres presentaciones ante rivales de mayor envergadura, Argentina flaqueó. La defensa se transformó en un problema que Maradona nunca logró resolver. México, sin ser contundente, desnudó las falencias de la última línea y le marcó el camino a Alemania, un adversario que transpiró audacia e inteligencia. Joachim Löw tomó nota y su equipo fue devastador. Nadie imaginaba un final semejante.

Los comentarios del último cotejo parten desde un límite delicado: el de las consideraciones previas y el inevitable que se hace con el resultado puesto. El marcador le dio la espalda al planteo de Maradona, está claro, pero hay una explicación. Argentina perdió el partido en el ´cómo´ y en el ´por qué´. Diego, aun guiándose por sus convicciones íntimas, pecó de ingenuo. Modificar y mover piezas pensando en lo que puede proponer el rival es una herramienta válida. Maradona bancó a los jugadores que habían enfrentado a México y Argentina pagó caro. La Selección regaló el mediocampo y Alemania montó una estructura demoledora desde la zona más importante que tiene el fútbol. Di María y Maximiliano Rodríguez fueron humo y Javier Mascherano sólo una voluntad solitaria. Las equivocaciones en una instancia decisiva de un Mundial costean el pasaje de vuelta.

Por otra parte, si bien Diego no consiguió solidificar el sistema colectivo, hay elementos positivos que se pueden rescatar de cara al futuro. Maradona generó un vínculo medular con sus jugadores. La representación mutua es vital para pensar en lo que viene. Y lo que viene debe ser con Maradona en el banco de suplentes, dirigiendo los destinos de la Selección. Merece empezar de nuevo y capitalizar la experiencia para no repetir errores y, por supuesto, potenciar las virtudes. Diego, a pesar del traspié, tiene mucha nafta en el tanque. Es cierto que Argentina expuso una propuesta ambiciosa. Los futbolistas entregaron el máximo, pero enfrente hay un rival que muchas veces oprime y asfixia. El haber arroja la consolidación de Gonzalo Higuaín, la aparición épica de Martín Palermo, por quien el entrenador jugó un pleno, y la confirmación de que Carlos Tevez es el amor propio en carne viva, entre otros aspecto que realzan la labor de Maradona.

Diego, entre el silencio y las lágrimas, escuchó voces de aliento en la agonía del vestuario. Quizás sea parte de la relación intrínseca que mantiene que su gente, la que le pide que no baje los brazos. Si gambeteó a la muerte cada vez que se le cruzó por el camino, ¿por qué no va a poder cumplir su sueño en Brasil 2014? A pesar del dolor que genera la eliminación de la Copa del Mundo, Maradona sabe que la fidelidad no se negocia. Y mientras algunos se hunden en el resentimiento, Diego sale a flote porque su historia en la Selección se merece otro desenlace; mientras cualquier otro entrenador hubiera sido recibido en un clima hostil, el “Diego no se va” suena al unísono y no precisamente por obra y arte de la casualidad. Levanten la copa: todavía existe la memoria.

4 comentarios:

  1. Los cristales pueden quebrarse. A veces basta un leve golpe de abanico. Las telas suelen desgarrarse al contacto de una diminuta astilla. Se rasgan los papeles... Se rompen los plásticos... Se rajan las maderas...
    Hasta las paredes se agrietan, tan firmes y sólidas que parecen.
    ¿Y nosotros?
    Ah!...Nosotros tampoco somos irrompibles. Nuestros huesos corren el riesgo de fracturarse, nuestra piel herirse...
    También nuestro corazón, aunque siga funcionando como un reloj suizo y el médico nos asegure que estamos sanos.
    ¡CUIDADO! ¡ FRÁGIL ! El corazón se daña muy fácilmente.
    Cuando oye un "no" redondo o un "sí" desganado, una especie de "nnnnsí" y merecía un tintineante "¡Sí!"...
    Cuando lo engañan... Cuando encuentra candados donde debía encontrar puertas abiertas.
    Cuando es una rueda que gira solitaria día tras día...noche tras noche...
    Cuando...
    ¡Solamente el amor de otro corazón las cicatriza.!...

    En el fùtbol, como en la vida...ALGUIEN GANA Y ALGUIEN PIERDE.....

    Claro, esta derrota fue más dolorosa y humillante que la anterior, porque los germanos fueron infinitamente superiores a los argentinos y se pasearon por el campo del Green Point, mientras la Celeste y Blanca era todo impotencia...

    El abrazo de Maradona con Dalma fue desgarrador. Esa fue la perfecta síntesis de una derrota que duele en el alma.

    EXCELENTE NOTA !

    FELICITACIONES!

    P.S.

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  2. felicitaciones camilo por la nota!
    somos muchos los que pensamos igual
    FELICITACIONES.

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  3. Otra nota de Camilo más que buena!!! y Maradona seguirá - a pesar de todo - encontrando corazones y puertas abiertas

    S.A.
    6 de julio de 2010

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  4. Muy buena nota // " La fidelidad no se negocia "...
    En el diario Clarìn de hay un lindo artìculo, " NO SUICIDEMOS A MARADONA " que se puede leer, tambièn, en el blogs que pego.:
    http://dealgunamanera1.blogspot.com/2010/07/no-suicidemos-maradona-de-alguna-manera.html

    saludos.
    L.T.

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